¿Cuánto tiempo puedo guardar los platos en el congelador?

Congelar los alimentos es algo muy común en la gran mayoría de casas, ya que de esta manera podemos conservar mejor los alimentos y tener siempre opciones para comer o cenar. 

Los alimentos congelados no pierden propiedades y conseguimos que su descomposición sea más muy lenta debido al hecho de que también se congela el crecimiento de los patógenos.

Sin embargo, muchas veces tenemos los alimentos durante muchos meses en el congelador y no dudamos sobre su buen estado. Es importante que tengamos claro que los alimentos congelados no duran eternamente. Teniendo esto claro, ¿cuánto tiempo puedo tener congelados los alimentos? 

Comencemos por las carnes. En general, la carne cruda puede permanecer en el congelador de 4 a 12 meses, sin embargo, si hablamos de embutidos estos podrán estar entre 1 y 2 meses. Las carnes que más aguantan en el congelador son las aves, que pueden estar en torno a los 10-12 meses. Esto sucede porque cuanto más grasas sean las carnes, antes deberemos consumirlas. 

Con el pescado ocurre algo similar, a mayor grasa pueden permanecer menos tiempo en el congelador. La caballa, el salmón o el atún no deberían permanecer más de 3 meses congelados pero el pescado blanco como el rape o la merluza podría estar hasta 6 meses. 

Por su parte, el marisco podría estar congelado incluso un año aunque también deberíamos tener en cuenta los diferentes tipos. 

Las verduras son las que mejor conservan sus propiedades en el congelador y generalmente se pueden mantener durante un año. Es cierto que recomendamos escaldarlas o blanquearlas para que queden perfectas. 

Otro de los alimentos que más se suele congelar es el pan que mantiene sus propiedades siempre y cuando no se pasen los tres meses. 

Y con los platos cocinados, ¿qué sucede? En el caso de los platos de Tupinche pueden estar congelados durante 6 meses desde la fecha de fabricación. 

Por último, hay algunos alimentos que no se recomiendan congelar porque sus estructuras son poco compatibles con las bajas temperaturas y pierden sus características esenciales. Por regla general, no se recomienda congelar los productos lácteos, los huevos y las frutas.